HORNACHUELOS, CÓRDOBA (ESPAÑA), 1967
Fernando García Herrera descubre su pasión por la pintura con tan solo ocho años, edad a la que pinta sus primeros cuadros de caballos. Podría ser casualidad, pero el motivo de estas primeras piezas le ha acompañado durante toda su carrera, ya que Fernando es especialmente conocido como pintor animalista.
Este interés temprano por la pintura le llevó a iniciar su formación académica en Madrid, concretamente a la Escuela de Arte de San Fernando. En 1984 se instala la capital cordobesa y completa sus estudios en la Escuela de Arte Mateo Inurria. Siempre persiguiendo nuevas ideas y diferentes técnicas artísticas, en 1995 ingresa en el taller de José A. Castro Cadenas, donde estudia y profundiza en los procedimientos del grabado.
Todos estos pasos, sumados a su continua investigación en el medio pictórico, le llevan a crear un nuevo concepto: el Realismo Contemporáneo. A través de este estilo, Fernando García Herrera crea imágenes realistas de gran tamaño dibujando minuciosamente a bolígrafo sobre texturas abstractas, para después terminarlo al óleo de manera muy sutil en partes concretas de la obra. Una técnica que se ha convertido en su sello personal y que ahora transmite a los alumnos de sus talleres pictóricos.
Su obra es toda una colección de especies de la fauna ibérica y también de la africana (especialmente tras su estancia de seis meses en el Landela Lodge Reserve de Limpopo, en Sudáfrica). Pero también aborda frecuentemente otras temáticas, como la arquitectura, el mundo taurino, la cinegética o el retrato, entre otros.
Gracias a las redes sociales, su obra ha llegado (no solo virtualmente) a los cinco continentes.
Desde 1985, Fernando García Herrera ha expuesto en España, Francia, Portugal y EEUU, participando en numerosas ferias nacionales e internacionales, exposiciones colectivas e individuales.